Diestro o Zurdo

juego de bolosSon muchos los padres que se preguntan si su hijo será diestro o zurdo, pero hoy en día no supone ningún problema ser zurdo. No obstante es importante saber cuál es su lado dominante para que esto no suponga un problema en la realización de las actividades que requieren de habilidad y fuerza.

Cuando son pequeños podemos observar que utilizan ambos lados del cuerpo, por ello no debemos decirles que lado utilizar en las diferentes actividades      que practiquen. Nuestra labor será apoyar al niño en su proceso de desarrollo lateral, hasta que realmente veamos clara su inclinación natural.

Pero, ¿cómo saber si un niño es diestro o zurdo? Cuando disfrutemos de los momentos de juego con ellos, podemos ofrecerle diferentes juguetes y observaremos con que mano los cogen. Es posible que utilice indistintamente las dos manos, esto nos dirá que aún es pronto y no ha madurado o por lo contrario que es ambidiestro, pero generalmente hacia los 4 años sabremos cual es su mano dominante.

La lateralidad, como hemos comentado en otras ocasiones es la función que hace posible que nos orientemos en el espacio y el tiempo, por tanto una lateralidad homogénea, dominancia en el mismo lado, sea el niño diestro o zurdo, evitará problemas futuros en el aprendizaje y desarrollo.

No obstante, hemos odio hablar de la lateralidad cruzada cuando existe una lateralidad distinta de la manual para pies, ojos u oídos. Para minimizar este problema desde casa los padres pueden ayudar al niño con diferentes actividades para reforzar la lateralidad, con juegos  y juguetes que podéis conseguir en nuestra tienda de juguetes de madera como pueden ser el juego de bolos, donde les haremos que utilicen una y otra mano para poder tirarlos, realizar dibujos  con los dedos sobre una pizarra o  juguetes de construcción.

Una lateralidad bien establecida será un componente importante para desarrollar correctamente los diferentes aprendizajes de nuestros hijos, y por ello juguetes de madera ofrece juguetes para crecer y aprender jugando.

 

Verónica Ríos

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Las Emociones

puzzle infantil de madera de las caras

Un buen desarrollo en el área social  y emocional es sumamente importante para generar un buen aprendizaje en todas las demás áreas. Trabajar las emociones desde pequeños, que reconozcan y sepan expresar tanto las emociones positivas como las negativas, generará automáticamente un aumento en su motivación y autoestima para conseguir un buen aprendizaje en todas las demás áreas.

Por tanto, Juguetes de madera pone a nuestro alcance el puzzle infantil de madera de las caras. Con este puzzle les enseñaremos a construir diferentes tipos de caras con las emociones básicas como son la alegría, la tristeza, el enfado o el llanto, es decir las emociones básicas. A la hora de construir con ellos las diferentes caras les podemos proponer que expresen esa emoción y luego representar una nosotros y que adivinen que emoción estamos representando.

Trabajar las emociones no es una labor única y exclusiva de la escuela, en casa también debemos propiciar la expresión de las emociones, ya que un buen  equilibrio emocional es importante para el desarrollo personal y escolar de los niños.

En ocasiones, observamos como los adultos intentan evitar la aparición de algunas de las emociones que los niños tienen, como pueden ser el enfado o el llanto intentando reprimirlas o ignorarlas, pero este acto solo provocará dificultades en su crecimiento emocional. De ser así, es importante enseñarles a controlarlas y que aprendan con nuestra ayuda a expresarlas de acuerdo con la situación y el momento.

De todos es sabido que las emociones surgen en respuesta a un estimulo que recibimos del exterior y éstas provocan que actuemos de una forma u otra, por ello, es necesario trabajar las emociones desde pequeños para que sepan enfrentarse a ellas.

Como podéis comprobar el juego y el juguete es un aliado más para los adultos para enseñar a los niños desde su más tierna infancia. El niño elaborará sus propias vivencias emocionales y será capaz de exteriorizar e interiorizar sus propias emociones y sentimientos, con nuestra ayuda y la de juguetes de madera.

Verónica Ríos

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A Experimentar!!

ciencia_de_la_energiaLos juguetes de experimentos son una forma divertida de aprender y acercar a los niños a la ciencia al mismo tiempo que se entretienen.

En diversas ocasiones hemos expuesto que los niños aprenden de una forma más rápida y sin darse cuenta cuando juegan, así es que esta semana os queremos acercar al  mundo de la ciencia y os animamos a jugar con ellos a experimentar.

Sabemos que las ciencias son complicadas y en ocasiones pueden resultar hasta aburridas, por eso juguetes de madera pone al alcance de pequeños y mayores juguetes divertidos para realizar infinidad de prácticas científicas desde casa.

Padres e hijos podrán compartir momentos de aprendizaje a través de la experimentación con elementos esenciales como la luz, el agua, el sonido y la energía, como también apreciar el apasionante mundo vegetal y animal.

Estos fantásticos  juguetes harán que utilicen la lógica, reflexionen y se enfrenten a la resolución de los diferentes problemas que se irán encontrando. A partir de la observación, comparación y puesta en práctica de diversos experimentos podremos dejar de lado la mítica frase que la ciencia es aburrida. Porqué la ciencia es para todos, veamos y comprobemos cómo funcionan las cosas para poder  decir que la ciencia es maravillosa.

Juguetes como ciencia de la energía, canicas veloces, experimentos disparatados y deslumbrantes, misterio mágico, aprenderán las longitudes de onda de la luz, el reflejo y la distorsión. Con el explorador de la naturaleza y búsqueda de fósiles, podremos construir el esqueleto de un mamut e incluso poder crear nuestro propio invernadero.

Todos estos fascinantes experimentos son una gran oportunidad para que desarrollen habilidades y se despierte su curiosidad por la ciencia.

Verónica Ríos

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¡Música Maestro!

4537_9(1)En cuanto escuchamos música, nuestro cuerpo empieza a activarse, un pie o una mano, de forma inconsciente empieza a moverse al ritmo de la música.

La música es un gran medio de comunicación que se utiliza desde el vientre materno. Todos conocemos o hemos oído en alguna ocasión que la música en el feto tiene un efecto que favorece la actividad cerebral.

La música estimula la expresión corporal, mejora la coordinación motriz y los pequeños adquieren un control rítmico en su cuerpo.

Los juguetes de madera musicales, aparte de introducir a los pequeños en el mundo musical, son una magnifica estimulación.

Las canciones infantiles son repetitivas, este hecho hace que los niños retengan mejor la información y que los conceptos básicos que introducimos para su aprendizaje,  se instauren de una forma más sencilla y divertida.

La música es uno de los medios con los que se activan los cinco sentidos, consigue relajar o activar, estimula la imaginación y la creatividad en los más pequeños.

Puesto que la música ayuda y favorece habilidades en los niños para su desarrollo físico y mental, podemos desde bien pequeños ofrecerles instrumentos para que desarrollen su motricidad fina y gruesa, tocando el tambor, las maracas o el xilófono, para que más adelante se inicien con las  mesas musicales y baterías, y de esta forma conseguir que todo su cuerpo se vea activado mientras componen su propia música, inventando sus propias canciones, consiguiendo así que potencien su audición y el sentido del ritmo.

A parte de todos los beneficios que hemos ido mencionando que aporta la música, ésta refuerza los lazos emocionales del niño con su entorno y crecen con la felicidad y diversión que estos juegos didácticos y educativos ofrecen.

Por consiguiente, gracias al papel importante que la música juega en el desarrollo de los niños: ¡Música maestro!

Verónica Ríos

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Mamá, ¡Me Aburro!

Juego de damas para niñosEn numerosas ocasiones hemos oído en los más pequeños la mítica frase: ¡Mamá, me aburro!

Y entonces los padres se preguntan: ¿Cómo puede aburrirse con todo lo que tiene?

Quizás el problema sea ese. En la actualidad, disponen de tantos recursos a su alcance y tantos estímulos, que es posible que de ahí radique el aburrimiento de no saber qué hacer y a qué jugar, a causa del exceso de juguetes, por no decir de todos los aparatos electrónicos de los que disponen.

El aburrimiento aparece en la mayoría de casos los fines de semana y en los periodos de vacaciones, ya que las obligaciones y tareas escolares bajan. Los niños actualmente poseen una agenda tan repleta como la de un adulto. Van al colegio por la mañana y por la tarde, cuando salen del colegio acuden a  actividades extraescolares y cuando llegan a casa aún no es el momento de descansar y disfrutar del juego, ya que deben hacer deberes y estudiar. Durante la semana apenas tienen tiempo para poder jugar y cuando lo tienen son los adultos los que eligen el tipo de distracción o juego al que deben jugar mientras se prepara la cena y la hora de ir a dormir.

Acostumbrados a seguir un horario con apenas tiempo para aburrirse, cuando llegan las vacaciones no saben qué hacer y llega el aburrimiento.

Y entonces ¿qué hacer para evitar el aburrimiento en nuestros hijos?

Llenar sus habitaciones de juguetes no evitará que el aburrimiento aparezca. La mejor opción será que dispongan de los juguetes necesarios, acordes a su edad, que sean juguetes educativos y que les diviertan. Poder compartir con ellos momentos de juego e incluso enseñarles a lo que jugábamos nosotros cuando éramos pequeños nos acercará más a ellos. Los juegos de mesa, los juegos de estrategia, los puzzles, e incluso la construcción de maquetas, son algunos de los juguetes de madera con los que pasaran horas jugando, con los que no se cansaran de jugar ni perderán el interés por ellos y muchísimo menos hará que llegue el aburrimiento en los niños.

Esta frase tan usada por los más pequeños, ¡me aburro!, no es más que una llamada de atención, por lo que no tiene lugar la culpabilidad y preocupación de los padres ya que los niños no tienen motivos convincentes para el aburrimiento.

En ocasiones, vemos como muchos padres se sienten culpables por el aburrimiento de los niños, y están continuamente pensando que hacer con ellos para que esto no ocurra.

Por tanto, dejarles que se aburran y sugerirles que pueden hacer para evitarlo hará que usen su imaginación y se desarrolle su creatividad.

Verónica Ríos

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¡Yo no he sido, fue él!

niñoYo no he sido, ¡fue él! Asumir la culpa, reconocer que han roto o han hecho algo que no debían es un aspecto que a los niños les cuesta aprender y a los padres desespera.

Los niños quieren portarse bien,  por eso cuando no lo hacen, la culpa pasa a ser de los demás y de esta forma evitan que lo consideren un niño malo.

Sabemos que ante un acto, sea negativo o positivo, debería haber una consecuencia, de ahí la importancia de enseñarles a no ocultarnos la verdad y a reconocer aquello que han hecho. Pero, ¿cómo conseguirlo?

En varias ocasiones hemos dicho que los niños, a través del juego aprenden y con  juguetes como los de simulación crean su mundo de fantasía imitando el mundo real. Con estos juguetes compartimos con ellos momentos de juego e imaginación y al mismo tiempo que inventan historias se crea una complicidad entre padres e hijos.

Pero llega un momento donde los niños a medida que van creciendo  empiezan a diferenciar la realidad de la ficción, lo que está bien y lo que está mal y es cuando pasan de decir mentiras piadosas a ser más premeditadas, con un único fin, evitar ser reprendidos o castigados.

Los motivos que llevan a los niños a mentir, a echar la culpa a otro y no asumir sus actos, son diversos. Exigirles más de lo que pueden dar, no prestarles la atención que necesitan o miedo al castigo, son algunos de los motivos que  les llevarán automáticamente a mentir sin más.

Desde pequeños inculcarles valores como la honradez y explicar los beneficios que tiene decir la verdad, hará  que se fomente el valor más importante de la vida, la confianza. Cualquier tipo de relación ya sea laboral, de amistad o familiar la confianza será la base.

Por tanto, fomentemos la comunicación familiar, enseñémosles a diferenciar lo que está bien y lo que está mal, ¿cómo? de forma fácil y divertida con la ayuda de juguetes de madera, para jugar y aprender y para crecer jugando. 

Verónica Ríos

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Yo Sólo, lo quiero hacer yo solo!

¡Lo quiero hacer yo sólo! ¿No os resulta familiar esta frase?

cocinaDe la misma manera que nos anuncian cuando son mayores, la etapa en la que quieren experimentar y hacer las cosas ellos solos no pasa desapercibida.

Lo único que quieren es ser independientes y dependerá de los padres que logren una mayor y mejor autonomía en un futuro. Si en esta etapa dejan que practiquen, aprendan y se inicien con la espontaneidad que caracteriza a los niños, a hacer cosas ellos solos, será un trabajo fácil.

Sí es cierto, que el secreto para poder llevar esta etapa lo mejor posible y poder luego ver los resultados será armarnos de paciencia y dejar de lado las prisas o la falta de tiempo, evitando por parte de los padres acabar la tarea que se han propuesto los pequeños, ya que no siempre lo consiguen en el primer intento.

Es evidente, que habrá cosas y tareas que se propongan hacer solos que no puedan realizar por su corta edad. Es hacia los dos años cuando empezaremos a oír ¡lo quiero hacer yo sólo! De esta forma, deberemos darles alternativas a aquello en lo que se quieran aventurar a hacer. Es posible que en ocasiones lo que quieran descubrir y hacer sean cosas peligrosas o prohibidas, pero realmente son las que con más interés quieren hacer, de ahí la importancia de no negarles hacer las cosas, sino más bien ofrecer otras opciones que realmente no resulten un peligro para ellos y fomentemos de la misma forma su autonomía, independencia y autoestima.

De no ser así y negar o impedir que descubran por si solos el mundo que les rodea, observaremos y oiremos a padres de niños más mayores como se quejan de que sus hijos no colaboran con las labores cotidianas del hogar, cuando realmente están en edad para poder hacerlo. Son padres que piensan que con tres, cuatro o cinco años son demasiado pequeños para poder poner su plato en la mesa, llevarlo a lavar o incluso llevar su ropa sucia al cesto para lavar, entre otras cosas. Acciones y tareas que los niños quieren y piden hacer con tan sólo dos años, pero se les niega por su edad.  Entonces, cuando son más mayores pretendemos que hagan aquello que un día dijimos que eso no lo podían hacer porque eran pequeños y pretendemos implantar todo al mismo tiempo, es en ese momento donde se ven abrumados por tantas responsabilidades, obligaciones y normas.

Por ello, gracias a la infinidad de juguetes que existen en el mercado que imitan al mundo del mayor con gran exactitud, podemos iniciar y enseñar a los niños a través del juego como ganar autonomía y ser más independientes. Los juguetes de simulación como el carrito del supermercado para que nos acompañen a la compra, para que después nos puedan preparar un suculento plato en su cocina de madera y finalizar con la elaboración de un menú juntos para toda la semana, son entre otras, propuestas, juegos y juguetes que deberán estar presentes desde que empiezan con su gran frase ¡Yo sólo!

Como todas las etapas, se acaba. De esta forma para evitar que pierdan el interés o dejen de hacerlo, los padres deberán reforzar todo lo aprendido y adquirido, animándolos día a día a que sigan manteniendo esas conductas que pretendemos que se instauren y adquieran otras nuevas.

Verónica Ríos

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¿Por qué Por qué?

encajeLa etapa en la que los más pequeños nos aturden con los por qué de las cosas, no es tarea  fácil pero tampoco difícil. En ocasiones nos vemos abrumados por preguntas que o bien no sabemos la respuesta o por el contrario son de respuesta tan compleja que ofrecemos un silencio como contestación.

Nacemos y llegamos al mundo como un libro en blanco, un disco duro vacio,  que poco a poco se va llenando de información y de conocimiento. Padres y educadores son los encargados de dar respuesta a esas preguntas, en ocasiones incómodas de contestar, pero de vital importancia de responder. Los niños desconocen el  mundo que les rodea y sus preguntas no es más que desconocimiento del mismo, que para poder entender deberá recibir una respuesta sencilla acorde a su edad.

En ocasiones, sus preguntas van más encaradas a que se les preste atención que a saber la respuesta real, ya que a veces cuando reciben la respuesta vuelve de nuevo el por qué a esa  respuesta. De esta manera confirmamos  que lo único que buscan es que les escuchemos y sentirse que les tenemos en cuenta.

No obstante, todos los padres desean que sus hijos empiecen a hablar y cuando aparece  y emerge por su pequeña boca su primera palabra, inmortalizaríamos ese instante. Pero no se queda en una sola palabra, su vocabulario empieza a crecer para más tarde mantener un diálogo con todas aquellas personas que le rodean. Compramos encajes,puzzles, pizarras y todo tipo de juguetes de madera didácticos y educativos para mostrarles y enseñarles todo lo necesario para poderse comunicar. Empezamos con las letras, para más tarde unirlas y poder formar palabras. Deseamos que se comuniquen con nosotros, que nos expliquen que hicieron en la guardería o el colegio o simplemente que nos puedan expresar que les duele cuando se ponen enfermos. Y entonces, cuando llega ese momento nos sentimos agobiados por tantas preguntas.

Por consiguiente, debemos ser conscientes que es en los primeros años de vida donde se irá formando su carácter y forma de ser, por lo tanto no evitemos dar la respuesta a su curiosidad o decirles que dejen de preguntar, ya que con ello les estaremos transmitiendo que sus preguntas nos incordian y no son importantes para nosotros, con la consecuencia de estar limitando su comunicación, espontaneidad y conocimiento por el mundo que le rodea.

Verónica Ríos

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¿Qué hora es?

relojEnseñar a los niños qué hora es y que lo aprendan es todo un reto. En primer lugar, antes de llegar a este paso deberán poseer de las habilidades matemáticas básicas como son saber contar y  reconocer los números.

De forma divertida, utilizando los puzzles de encaje de números empezaran a conocer los números y podremos interactuar con ellos para que nos busquen el numero que les pedimos, así como también  con las tarjetas ilustradas con diferentes objetos asimilaran el concepto de cantidad, al mismo tiempo que deberán contarlos para colocar el número correspondiente. Sin embargo, durante este proceso ya iremos introduciendo las primeras interpretaciones del día y la noche relacionándolas con la hora de ir a dormir y la hora de levantarse, así como también el ayer, el hoy y el mañana relacionándolo todo con actividades que hicieron, están haciendo o harán.

Una vez  adquiridas estas habilidades podremos pasar a introducir los conceptos de noción y organización del tiempo más complejos, como  son los días de la semana, los meses del año y las horas.

Todos estos conceptos serán más fáciles para poder trabajarlos recurriendo a los juguetes de madera, juguetes didácticos atractivos en colores y formas como es el calendario reloj,  que ayudará a los más pequeños a aprender, memorizar y ordenar todas estas unidades del tiempo. Un estupendo panel de madera para adquirir el conocimiento de los minutos, las horas, los días de la semana, los meses del año, así como también las estaciones del año y la meteorología.

Este juguete permite poder utilizarlo todos los días ya que podremos ir marcando junto con el niño todos los conceptos de tiempo en el que nos encontramos. El reloj central del panel dispone de las manecillas para poder moverlas y colocarlas según la hora. De esta forma mientras el niño juega con ellas a dar vueltas les iremos leyendo las horas para que se vayan familiarizando con la lectura de las mismas, para que más adelante sea él quien coloque las manecillas con la hora real.

Aunque cabe decir que el aprendizaje de las horas requerirá de más tiempo para su asimilación, deberá ser una práctica constante para que puedan  adquirir, asimilar e interiorizar  estos conceptos en su mente.

Verónica Ríos

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Miedo al fracaso

construccionA causa del nivel de exigencia que existe en nuestra sociedad muchos padres intentan evitar a los hijos el fracaso. Queremos que sean los mejores en todo, tanto a nivel escolar como social, sin darse cuenta que fracasar no es sinónimo de perder sino de aprender.

La sobreprotección que numerosos padres ofrecen a los hijos será perjudicial para éstos en un futuro. Evitar mostrarles la vida real, darles la solución a todas las dificultades que se van encontrando en el transcurso de su vida, y evitar que se equivoquen no será beneficioso para su crecimiento personal.  De tal manera, se deberá desde pequeño ofrecerles estrategias y recursos para hacer frente al fracaso por ellos mismos, hacer de ellos seres responsables de sus actos y reflexivos ante las dificultades para obtener la mejor solución.

Todos hemos presenciado, como en ocasiones los niños evitan situaciones e  incluso se niegan a realizar nuevas tareas por miedo a no hacerlo bien, a no estar capacitados o por no tener la suficiente habilidad para poder realizarla con éxito. Todos estos sentimientos se acaban traduciendo en miedo al fracaso. Cualquier revés que encuentran en su camino es un motivo para sentirse inferiores a los demás y la autoestima se ve afectada poco a poco.

Como en otras muchas ocasiones, hemos expresado que el juego es un buen aliado de los adultos para enseñar y también para poder estimular el desarrollo de muchas actitudes que irán surgiendo a lo largo de la vida de los niños. De esta forma, será importante ofrecer una gran variedad de juegos como los juguetes de construcción, juegos de mesa, juguetes de simulación o movimiento, todos ellos, juguetes de madera educativos y didácticos que potencian habilidades sensoriales, de ingenio y desarrollan la capacidad de decisión y resolución de conflictos.

A más a más, debemos ofrecer seguridad en ellos, una buena autoestima evocara en el niño a sentirse seguro en todo aquello que se proponga. Por tanto nuestro papel es evitar situaciones de peligro pero sin impedir que se equivoquen y aprendan de sus errores.

Los padres deberán valorar más el esfuerzo que el logro en sí,  deberán saber cuáles son sus preocupaciones y aprovechar cualquier momento para enseñarles que el fracaso es un aprendizaje más en la vida y que lo que realmente importa es saber poner solución a los inconvenientes que se irán encontrando a lo largo de la vida.

Verónica Ríos
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