¿Qué hora es?

relojEnseñar a los niños qué hora es y que lo aprendan es todo un reto. En primer lugar, antes de llegar a este paso deberán poseer de las habilidades matemáticas básicas como son saber contar y  reconocer los números.

De forma divertida, utilizando los puzzles de encaje de números empezaran a conocer los números y podremos interactuar con ellos para que nos busquen el numero que les pedimos, así como también  con las tarjetas ilustradas con diferentes objetos asimilaran el concepto de cantidad, al mismo tiempo que deberán contarlos para colocar el número correspondiente. Sin embargo, durante este proceso ya iremos introduciendo las primeras interpretaciones del día y la noche relacionándolas con la hora de ir a dormir y la hora de levantarse, así como también el ayer, el hoy y el mañana relacionándolo todo con actividades que hicieron, están haciendo o harán.

Una vez  adquiridas estas habilidades podremos pasar a introducir los conceptos de noción y organización del tiempo más complejos, como  son los días de la semana, los meses del año y las horas.

Todos estos conceptos serán más fáciles para poder trabajarlos recurriendo a los juguetes de madera, juguetes didácticos atractivos en colores y formas como es el calendario reloj,  que ayudará a los más pequeños a aprender, memorizar y ordenar todas estas unidades del tiempo. Un estupendo panel de madera para adquirir el conocimiento de los minutos, las horas, los días de la semana, los meses del año, así como también las estaciones del año y la meteorología.

Este juguete permite poder utilizarlo todos los días ya que podremos ir marcando junto con el niño todos los conceptos de tiempo en el que nos encontramos. El reloj central del panel dispone de las manecillas para poder moverlas y colocarlas según la hora. De esta forma mientras el niño juega con ellas a dar vueltas les iremos leyendo las horas para que se vayan familiarizando con la lectura de las mismas, para que más adelante sea él quien coloque las manecillas con la hora real.

Aunque cabe decir que el aprendizaje de las horas requerirá de más tiempo para su asimilación, deberá ser una práctica constante para que puedan  adquirir, asimilar e interiorizar  estos conceptos en su mente.

Verónica Ríos

Pedagoga Col 1304

www.pedagoga-tarragona.com

Miedo al fracaso

construccionA causa del nivel de exigencia que existe en nuestra sociedad muchos padres intentan evitar a los hijos el fracaso. Queremos que sean los mejores en todo, tanto a nivel escolar como social, sin darse cuenta que fracasar no es sinónimo de perder sino de aprender.

La sobreprotección que numerosos padres ofrecen a los hijos será perjudicial para éstos en un futuro. Evitar mostrarles la vida real, darles la solución a todas las dificultades que se van encontrando en el transcurso de su vida, y evitar que se equivoquen no será beneficioso para su crecimiento personal.  De tal manera, se deberá desde pequeño ofrecerles estrategias y recursos para hacer frente al fracaso por ellos mismos, hacer de ellos seres responsables de sus actos y reflexivos ante las dificultades para obtener la mejor solución.

Todos hemos presenciado, como en ocasiones los niños evitan situaciones e  incluso se niegan a realizar nuevas tareas por miedo a no hacerlo bien, a no estar capacitados o por no tener la suficiente habilidad para poder realizarla con éxito. Todos estos sentimientos se acaban traduciendo en miedo al fracaso. Cualquier revés que encuentran en su camino es un motivo para sentirse inferiores a los demás y la autoestima se ve afectada poco a poco.

Como en otras muchas ocasiones, hemos expresado que el juego es un buen aliado de los adultos para enseñar y también para poder estimular el desarrollo de muchas actitudes que irán surgiendo a lo largo de la vida de los niños. De esta forma, será importante ofrecer una gran variedad de juegos como los juguetes de construcción, juegos de mesa, juguetes de simulación o movimiento, todos ellos, juguetes de madera educativos y didácticos que potencian habilidades sensoriales, de ingenio y desarrollan la capacidad de decisión y resolución de conflictos.

A más a más, debemos ofrecer seguridad en ellos, una buena autoestima evocara en el niño a sentirse seguro en todo aquello que se proponga. Por tanto nuestro papel es evitar situaciones de peligro pero sin impedir que se equivoquen y aprendan de sus errores.

Los padres deberán valorar más el esfuerzo que el logro en sí,  deberán saber cuáles son sus preocupaciones y aprovechar cualquier momento para enseñarles que el fracaso es un aprendizaje más en la vida y que lo que realmente importa es saber poner solución a los inconvenientes que se irán encontrando a lo largo de la vida.

Verónica Ríos
Pedagoga Col 1304
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Es Mío!!!

ping pongEsta frase no solo es utilizada por los niños, también los adultos hacemos referencia y hacemos saber cuáles son nuestras posesiones. Porqué compartir es una habilidad social más,  no existe mejor forma de educar a los niños esta acción, que con nuestro ejemplo.

Desde el momento que empiezan a hablar y a tener pertenencias propias como son los juguetes, empieza la tarea difícil de enseñarles a que deben compartir aquellos objetos que nosotros mismos les hemos dicho que son de ellos.

Mientras se encuentran en casa solos y no existen más hermanos, juegan y se divierten con sus juguetes, todo parece estar en calma, pero esa tranquilidad en el ambiente desaparece en el momento que aparece una visita donde otro niño conocido por él y amigo, va en busca de sus juguetes, en ese instante sale a la luz el egoísmo, y sin dudarlo cogen todos sus juguetes diciendo ¡son míos!

A parte de poder dar explicaciones más o menos extensas, dependiendo de la edad, del significado y las acciones que se consideran compartir con los demás, deben saber que sus objetos volverán a sus manos una vez acabe el juego. No obstante, será mucho más fácil mostrarles esta acción en momentos propicios para favorecer esta habilidad como son la participación en juegos de grupo.

¿Qué juegos y juguetes de madera nos pueden ofrecer ayuda en esta labor? Todos aquellos que promuevan un juego cooperativo donde puedan compartir con facilidad sin apenas darse cuenta.

En consecuencia, podemos enseñarles a jugar en grupo con juguetes que originan el juego simbólico como son los juguetes de simulación, aquellos que requieren de la imitación del mundo de los mayores donde es necesario un reparto de papeles. También son adecuados aquellos juegos que necesitan de la ayuda de otras personas, ya sean adultos o con iguales, como son los juguetes de madera de construcción, de encaje y porqué no, los de mesa, que son imprescindibles varios jugadores, donde deberán participar y cooperar entre todos.

Finalmente debemos tener en cuenta que el egocentrismo que los niños pequeños tienen irá disminuyendo con el paso del tiempo y con la ayuda del adulto que lo irá guiando para un buen desarrollo de las diferentes habilidades sociales que debe poseer para poder convivir en sociedad.

Verónica Ríos

Pedagoga Col 1304

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