A la hora de elegir los mejores juguetes para nuestros hijos no debemos escoger los más novedosos, electrónicos o lujosos. No debemos dejarnos guiar por lo que el niño nos pida, sino por lo que creamos que puede ser mejor para él y su aprendizaje. Juguetes tradicionales como los puzzles de madera cumplen esta función.

La educación de nuestros hijos es importantísima, y ésta no solo se basa en los conocimientos que el maestro pueda transmitirles en la escuela, sino también en lo que aprenden y ven en casa. Nuestra casa debe ser un lugar en el que el niño haga sus tareas, y que cuando llegue la hora del juego, siga aprendiendo aptitudes y comportamientos aunque él no lo sepa y piense que simplemente está jugando. Cada año, especialmente en épocas navideñas, surgen nuevos juguetes relacionados con las nuevas tecnologías, especialmente de plástico y electrónicos. Pero si nos damos cuenta, los juguetes tradicionales que existían cuando nosotros éramos niños aún perduran con el tiempo. ¿Qué ha sido de los juguetes de madera, como los puzzles?

Cuando hablamos de juguete de madera rápidamente se nos viene a la cabeza la palabra educativo. Y es que los instrumentos musicales, rompecabezas, vehículos y puzzles de madera están creados para beneficiar al desarrollo de los más pequeños. El primer beneficio de los juguetes de madera es el desarrollo de la creatividad y la imaginación, favoreciendo a la evolución de las capacidades psíquicas de nuestro hijo. La motricidad y la coordinación también son dos aspectos que se ven incrementados gracias al uso de estos juguetes tradicionales, pues sus habilidades motrices irán cada vez  perfeccionándose más conforme avance el juego. Ni que decir tiene el razonamiento espacial, ya que la combinación de colores, formas, números y letras harán que nuestro pequeño inconscientemente vaya adquiriendo nuevas destrezas.

Las formas simples y geométricas de los puzzles de madera son estimuladoras y se asocian a ideas como la frescura, la adaptabilidad y la estabilidad. Hablando de estimulación, la madera es un material capaz de despertar los sentidos de los niños de una forma más natural que el plástico, ya que su tacto y olor les provoca sensaciones únicas que les motiva a seguir jugando.

Los puzzles de madera incrementan la capacidad de los niños de solucionar problemas, favoreciendo su percepción del espacio, ayudándoles a aprender y reconocer conceptos de la vida cotidiana, tal y como reflejaría en su método de finales del siglo XIX la educadora y médico italiana, María Montessori.

La seguridad es otro aspecto a tener en cuenta, pues los puzzles de madera presentan menos riesgos de lesión y además no contienen piezas pequeñas que conlleven el peligro de atragantamiento. Se fabrican con madera orgánica, un material muy resistente a las infecciones bacteriológicas. Así mismo, son mucho más duraderos que otros juguetes y llaman la atención por su diseño y belleza única.

Además de sus cualidades lúdicas y educativas,  los puzzles de madera cuentan con cualidades medioambientales. Al jugar con estos materiales, los más pequeños irán adquiriendo conductas en las que aprendan sobre la importancia de conservar el planeta. Los juguetes de madera suelen fabricarse normalmente a partir de bosques gestionados de un modo sostenible, ya que presentan acabados con aceites vegetales y colorantes rebajados con agua que no suponen un peligro para la salud.

Por todas estas ventajas, desde hace algunos años estamos viendo como los puzzles de madera están volviendo a abrirse hueco tanto en las estanterías de las jugueterías, como en las casas, talleres y ferias. ¡Padres y madres, no caigáis en las modas actuales porque lo de siempre sigue funcionado! ¿Para qué comprar juguetes electrónicos si los tradicionales juguetes de madera aportan un juego versátil que ayuda a desarrollar la capacidad simbólica y la fantasía de nuestro hijo? ¡Estas navidades, apostad por los puzzles de madera!