Por todos son conocidas las ventajas que supone para el desarrollo físico y social de nuestro hijo jugar al aire libre. Quedarse en casa a disfrutar en familia de un juego de mesa o a intentar descifrar los misterios que esconde un juego de habilidad también será muy efectivo en el desarrollo de los más pequeños.

Los juguetes de madera tradicionales, los juegos individuales de habilidad y los juegos de mesa esconden, tras esa oferta de ocio que nunca pasa de moda, una posibilidad de desarrollar las destrezas  intelectuales, creativas, imaginativas y espaciales de nuestros pequeños. Aunque a simple vista un juguete pueda parecernos un artilugio realmente simple, debes saber que las formas, colores y reglas que lo componen dan a este elemento un carácter extraordinariamente perfecto y lo convierten en esencial en el desarrollo de nuestros hijos.

¿Qué aporta un videojuego al crecimiento de los más pequeños? A todos se nos pasan por la mente rápidamente más desventajas que beneficios, y todo ello es porque jamás llegarán a estar a la altura del valor educativo que cumplen los juegos de mesa y los juegos de habilidad a los que todos hemos jugado cuando éramos niños y que vemos ideales para el crecimiento de nuestros hijos.

En primer lugar, los juegos de habilidad son capaces de desarrollar sus destrezas motoras. Hay juegos de mesa y juegos educativos que le permitirán mejorar su coordinación (ojos-manos-pies) y mantener una interacción física directa con otros jugadores. A la par, esa evolución de la psicomotricidad irá ligada a un desarrollo del intelecto por mejorar su capacidad espacial. La comunicación, la organización y otras habilidades sociales se pondrán en práctica gracias a esta tipología de juegos. Tanto si los usan de forma individual como si juegan con ellos de forma colectiva, los juegos de habilidad permitirán a los más pequeños desarrollar su memoria, su intelecto y su capacidad resolutiva frente a cualquier tipo de problema.

Otra de las ventajas que reportan los juegos de habilidad, ligada al desarrollo del intelecto de los niños, es la concentración. La gran mayoría de los juegos educativos, especialmente los juegos de mesa, los puzles y los juegos de construcción, estimularán en nuestros hijos una capacidad de concentración que desconocíamos hasta entonces. De este modo, lograrán desarrollar una habilidad que les permitirá en otras facetas de su vida superar adversidades o no rendirse fácilmente frente a las frustraciones. La madurez y la paciencia serán dos factores que probarán la evolución de su intelecto.

Ni que decir tiene, que cualquier juego de habilidad relacionado con actividades matemáticas, repetición de movimientos, asimilación de formas geométricas o reproducción de sonidos mejorará notoriamente su memoria. Esto posteriormente les beneficiará a la hora de enfrentarse en la escuela a pruebas académicas de mayor grado de complejidad. No podemos olvidar, que en esa mejora de su intelecto, los niños también percibirán un cambio en su autoestima, desarrollando conductas y sentimientos positivos asociados al logro y a la consecución de nuevos objetivos.

Es evidente que ese progreso en el intelecto de los más pequeños, ligado a los juegos de habilidad, va vinculado a una evolución de su ingenio y creatividad, dando rienda suelta a su imaginación para aprender nuevo vocabulario, mejorar su dibujo o cambiar las reglas del juego.

Ejemplos de juegos de habilidad son: los laberintos, el jenga, los juegos de piezas, los ábacos, el ajedrez, juegos de memoria, puzles, juegos de cartas y actividades deportivas (mini-bascket o mini-futbolín).

La frustración, el error y la derrota en los juegos de habilidad son también claves para la evolución del desarrollo intelectual de nuestros hijos. Y es que a partir de aquí aprenderán de sus errores, lograrán memorizar los movimientos correctos, conseguirán manejar nuevos tipos de situaciones y serán capaces de desarrollar su poder resolutivo.