Es uno de los típicos regalos con los que se obsequian a los más pequeños de la casa. Los niños quedan hipnotizados por el color y el sonido de los sonajeros. Un juego tradicional y entrañable pero que esconde tras de sí importantes beneficios para los recién nacidos, ¿los conocías?
Para los niños comprendidos entre los 3 y los 6 meses, los sonajeros pueden llegar a ser los juguetes más divertidos e importantes en sus primeros meses de vida. Pueden pasar horas observándolos, agitándolos y escuchándolos, y quizás prestando más atención a ellos que a las personas. Vamos, que para muchos niños si se cruza un sonajero en su vida, en lo que a atención se refiere los adultos no tenemos nada que hacer. Y en parte es algo muy importante para los más pequeños de la casa. El sonajero se confirma como uno de los primeros y principales juguetes de los niños recién nacidos y por muchos motivos.
La importancia del sonajero
Con los sonajeros, los niños por primera vez se dan cuenta que ellos mimos puedan hacer que sucedan cosas a su alrededor, esto les causa sorpresa y satisfacción y quieren repetir de forma constante el mover el sonajero y producir ese sonido que es eso: PRODUCEN ELLOS MISMOS. En estos meses, los niños se encuentran en la fase sensoriomotora con lo cual todos los juguetes parecidos a los sonajeros les causan gran expectación y con ello están desarrollado su vez su inteligencia.
Aparte el sonajero estimula el oído, la vista e incluso el tacto de los pequeños. Se trata de un juego para perfeccionar la percepción auditiva. Y, cómo no, los adultos podemos colaborar en ello escondiéndonos cerca del niño y mover el sonajero para que enseguida nos encuentre con la identificación de la procedencia del sonido. Que estés fuera de su campo visual, le divertirá sobremanera y desarrollará su capacidad de asociación.
Lo mejor es optar por sonajeros atractivos, de bonitos colores que también llamen de este modo su atención. Hay sonajeros de diferentes texturas, pero los sonajeros de madera son los sonajeros de toda la vida, los más bonitos y sin ningún tipo de problema, ni daño ni posibilidad de molestias para ellos. Además el sonajero también ayuda a que tu hijo mejore su coordinación ojo y mano, poco a poco necesitará menos intentos para coger el sonajero, lo que va a significar una gran evolución en su propia coordinación y en sus movimientos.
El sonajero también estimula su sistema nervioso y poco a poco irá a por él como un objetivo, reptando, para cogerlo y agitarlo. Además los sonidos del sonajero le van a permitir asociar algo que se va a producir después de que éste parece como una sorpresa, un abrazo o un beso con lo cual le encantará escucharlo y finalmente que parece. Y es que, en definitiva los sonidos de los sonajeros ejercen sobre él un poder similar al de la música. También se ha comprobado que estos sonidos quedan grabados en la mente de los pequeños y si vuelven a oírlos de adultos, les evocan su infancia inmediatamente, cómo lo oyes.